A día de hoy y con la evolución de las técnicas de trasplante. En el desarrollo del injerto capilar no es necesario rasurar el pelo de los pacientes.
A un gran número de pacientes les lleva un tiempo asumir que padecen alopecia y aceptar que existen técnicas innovadoras y eficaces capaces de acabar con sus temores de llegar a quedarse calvos.
Existen diferentes tratamientos para frenar o retrasar la caída de pelo y mejorar su calidad. Uno de ellos es el tratamiento quirúrgico de trasplante de pelo de unidades foliculares. Sin embargo, algunos pacientes tienen dudas sobre si este proceso implica rapar la cabeza total o parcialmente.
A día de hoy, y con la evolución de las técnicas de trasplante, ya no es necesario rapar la cabeza para llevar a cabo el proceso.
Hasta el momento se requería que el paciente se rapara completamente, pero esta ya no es una opción indispensable. Si bien se requiere en ciertos casos cortar el pelo, existen excepciones.
Será el médico quien determine, según cada caso, qué paciente debe ser rasurado y quién no, también se tendrá en cuenta la técnica a emplear.
En los procesos en los que se aplica la técnica FUE será necesario rapar el pelo de la zona donante para visualizar, seleccionar y extraer de manera más eficaz las unidades foliculares. Mientras que en la técnica FUT no habrá que recurrir a rapar el pelo, tan sólo recortarlo un poco.
No todos los pacientes que se someten a un trasplante de pelo manifiestan signos de una calvicie excesivamente avanzada, por lo que sería contraproducente rapar el pelo.